sábado, 27 de agosto de 2011

Nuestra Señora de Coromoto: Patrona de Venezuela.


Patrona de Venezuela, su festividad se celebra el 2 de febrero, el 8 y 11 de setiembre.

Desde mediados del siglo XVII, los religiosos capuchinos empezaron la evangelización de la comarca de Guanare. Entre los indios que habitaban dicha región estaban los Cospes. Se hizo el reparto de tierras e indios en encomiendas, unas cuantas familias de los Cospes se disgregaron de su Tribu y huyeron internándose en las selvas de las dilatadas montañas y valles que se extienden entre Boconó de Trujillo y Guanare, hacia las riberas del río Tucupido. En esos lugares apartados se mantuvieron los Cospes muchos años.

Un español noble y honrado, buen cristiano, llamado Juan Sánchez, había obtenido unos terrenos en la margen derecha del Guanare a unas 5 leguas de la Villa de Espíritu Santo que es la ciudad de Guanare.

Varios años llevaban los Indios Cospes sin que los civilizadores extranjeros hubieran podido conseguir que ellos descendieran a tomar parte en el aprendizaje del cultivo de los campos y de la Doctrina Cristiana. Estaban, según refieren en la historia, en aquellos lugares de la montaña en donde ellos se habían ocultado hacia las fuentes del río Tucupido y su margen derecha.

Estando así las cosas, una mañana del año 1651, el cacique de los Cospes, junto con su esposa y otros indios de la tribu, contemplan asombrados una extraordinaria visión. En la quebrada del río Tucupido, sobre la corriente de las aguas, una hermosa Señora los está mirando con una amable expresión en su rostro; el pequeño niño que lleva en sus brazos también les sonríe plácidamente. La misteriosa Señora llama al cacique, le habla en su lengua y le ordena: «Sal del bosque junto con los tuyos y anda donde los blancos para que reciban el agua sobre la cabeza y puedan entrar en el cielo». El cacique, impresionado por lo que ha visto y oído, decide obedecer a la bella Señora y marcha con su tribu para ser adoctrinado en la religión cristiana.

Comunicada la noticia al español Juan Sánchez, se pusieron de acuerdo y amistosamente se fueron a vivir en un rincón de tierra formado por el ángulo de la confluencia de los ríos Tucupido y Guanare, el nombre de la región es Coromoto.

En esta nueva ranchería vivieron un tiempo preparándose al Bautismo. La familia de Juan Sánchez les dio la catequesis. El Cacique de los Cospes que en un principio asistía gustoso a las instrucciones catequísticas se disgustó luego añorando sin duda la soledad de los bosques y se retiró sin recibir el bautismo. Triste y meditabundo estaba el Indio recostado a su barbacoa días antes de su fuga. Con él se hallaban su esposa, su hermana Isabel y un hijo de éste el cual era llamado Juan.

Todo era silencio en la noche del 8 de setiembre de 1652 pues las indias al ver de tan mal humor al cacique que no se atrevían a decir palabra. Habrían transcurrido algunos instantes desde la llegada del cacique cuando de modo visible y corpóreo se presentó la Virgen Santísima llena en el umbral del bohío, despidiendo rayos abundantes como los rayos del sol a medio día, según palabras de la india Isabel, que iluminaron el recinto con celestial claridad.

Al verla el cacique se enfureció y le dijo: «¿Hasta cuándo me quieres perseguir? Bien te puedes volver, que ya no he de hacer más lo que tú me mandes. Por ti dejé mis conucos y conveniencias y he venido a pasar trabajos». La mujer del cacique le reclamó: «No hables así con la Bella Mujer... No tengas tan mal corazón». Pero él se le abalanzó encima diciendo: «Con matarte me dejarás...». Pero Ella desapareció... y le dejó en la mano un objeto que él creía ser la misma Señora, pues dijo: «Aquí la tengo cogida». Cuando vieron el objeto a la luz de las ascuas que arden en el fogón, se dieron cuenta de que era una imagen de la misma bella Señora con un niño en los brazos. No se calmó con esto la furia del cacique sino que con rabia dijo, poniéndola en el techo de paja: «Ahí te he de quemar para que me dejes».

El rescate de la reliquia fue dramático. El indiecito salió de madrugada a avisar a Juan Sánchez del acontecimiento. Este no creía, como es natural, pero ante la insistencia del niño y viendo la captura rápida de las bestias en la sabana por parte del niño, cosa insólita y rara, el español empezó a creer. Vinieron a la choza del cacique, rescataron la imagen y la llevaron con devoción a la casa.

El cacique huyó con su gente y al verse mortalmente herido por la mordedura de una serpiente en la espesura de la selva, pidió a gritos el Bautismo que le fue suministrado por un buen Cristiano de la Ciudad de Barinas.

El primero de febrero de 1654 fue trasladada la santa imagen con mucha solemnidad al templo de Guanare por orden del vicario Diego de Lozano.

La Virgen de Coromoto es una diminuta reliquia que mide 27 milímetros de alto por 22 milímetros de ancho. El material de la estampa pudiera ser pergamino o "papel de seda"; la Virgen aparece pintada de medio cuerpo, está sentada y sostiene al Niño Jesús en su regazo. Al parecer fue dibujada con una fina pluma, trazada como un retrato en tinta china a base de rayas y puntos. La Virgen y el Niño miran de frente; erguidas sus cabezas coronadas. Dos columnas unidas entre sí por un arco forman el respaldo del trono que los sostiene. La Virgen cubre sus hombros con un manto carmesí con oscuros reflejos morados. Un blanco velo cae simétricamente sobre sus cabellos cubriéndolos devotamente. La túnica de la Virgen es de color pajizo y la del niño es blanca como su velo. La imagen se muestra a la veneración de los fieles protegida dentro en una riquísima custodia.

El 1º de mayo de 1942 fue declarada Patrona de Venezuela por el Episcopado Nacional. El 7 de octubre de 1944, a petición de los obispos de la nación, Pío XII la declaró, "Celeste y Principal Patrona de la República de Venezuela". El Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto fue declarado Basílica por S.S. Pío XII el 24 de mayo de 1949 y su coronación canónica se celebró al cumplirse los tres siglos de la aparición, el 11 de septiembre de 1952. El Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de la Habana, Manuel Arteaga y Betancourt, coronó la sagrada imagen de Nuestra Señora de Coromoto en representación del Papa Pío XII. Los venezolanos celebran a su patrona en tres ocasiones cada año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario